lunes, 11 de mayo de 2020



MI EXPERIENCIA EN UN VOLUNTARIADO.

Debido a la entrada anterior, en la que hablé de inclusión; quiero aportar mi experiencia en un voluntariado, que realice el año pasado, gracias a la asignatura de Sociología. Dicha aportación fue publicada en la revista digital de la UCLM.



Mi voluntariado ha sido en AFANNES, una asociación sin animo de lucro cuyo objetivo es atender a los niños y niñas con necesidades educativas especiales. He realizado el voluntariado durante dos meses, en un aula de adolescentes que comprende las edades de 12 a 17 años, durante las 18:15 hasta las 19:45.

Mi función en el aula ha sido ayudar a estas personas a que se comunicaran mejor y ha realizar las tareas que los coordinadores les encomendaban ese día. La mayoría de los días, su función era comprar y realizar la merienda por equipos, cuyo objetivo final era merendar todos juntos y fomentar el trabajo en equipo, la colaboración, la comunicación y la cooperación.

Tanto Ángela, mi compañera, como yo, ayudábamos a estos niños y niñas ha comprar la merienda, el pan, los zumos, el embutido, y luego ha hacer a los bocadillos. Otros días bajaban a la cafetería y cada uno pedía un bocadillo.

Durante la merienda hablábamos de los problemas que tenían a lo largo de la semana, tanto en el colegio, como en casa, o tanto los problemas que tienen entre los miembros de AFANNES. En ocasiones hemos realizado juegos, en los que ayudaban a que los niños y niñas comprendieran que no había que reírse de los demás.

También durante la sesión, hablaban de lo que iban a realizar el viernes, ya que los viernes hacen salidas y excursiones. Cada uno daba su punto de vista de si les gusta o no, y de cómo se iban a organizar.

Una experiencia que llamo mi atención fue, cuando Javi, un niño de AFANNES, se reía de Álvaro por su dificultad en el habla. Para corregir esto y que este niño dejará de reírse de Álvaro; Ruth la coordinadora de este grupo, utilizó un programa de Internet, en el que a Javi se le distorsionaba su voz. A continuación, Ruth puso el audio, y todos comenzamos a reírnos, y preguntamos a Javi que como se sentía. Él contestó que muy mal y que no quería que nos riéramos de él; entonces Ruth le dio a entender que es lo mismo que él hace con Álvaro, y que al igual que a él, no le gusta, a Álvaro tampoco, y que no debería de reírse más de ningún niño.

Para concluir mi informe, voy a comentar como me he sentido. Ya que ha sido una bonita y gran experiencia, en la que me he sentido como una más de esta asociación. Por lo que me gustaría seguir en AFANNES, los niños y niñas han sido muy buenos conmigo, me han demostrado mucho cariño y los coordinadores han contado con nosotras en todo momento.


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